¿Mantener una sociedad inactiva merece la pena?
(Por Asesoría Hipólito, su Asesoría en Sevilla)
Una sociedad inactiva es toda aquella entidad que ha cesado su actividad económica pero no ha procedido a la disolución. Queda, por tanto, en stand by a la espera de poder ser reactivada o liquidada. Mantener una sociedad sin actividad puede tener determinadas ventajas, pero lo cierto es que se deben cumplir algunas obligaciones que en muchas ocasiones son olvidadas. Para dejar una sociedad sin actividad sólo hay que presentar en la Administración tributaria una declaración censal de modificación señalando la intención de dejar de ejercer todas las actividades empresariales y/o profesionales. Este proceso es gratuito, al contrario que la liquidación y la disolución, que conllevan numerosos trámites y costes.
De esta forma, la sociedad inactiva sigue existiendo al no disolverse, debiendo cumplir por tanto determinadas obligaciones fiscales y mercantiles. En Asesoría Hipólito hablamos hoy de las ventajas e inconvenientes de mantener una sociedad sin actividad.
¿Qué obligaciones fiscales tienen las sociedades inactivas?
Las sociedades inactivas tienen una serie de obligaciones fiscales que deben cumplir. Una sociedad se puede declarar inactiva a través del modelo 037, pero debe seguir cumpliendo con las obligaciones fiscales y mercantiles.
En relación a las obligaciones fiscales, la sociedad que se encuentre inactiva debe presentar de forma anual el Impuesto de Sociedades. Al estar inactiva no tiene que consignar las partidas recogidas en la cuenta de pérdidas y ganancias.
En cuanto a las obligaciones mercantiles, deberá presentar el Libro de Cuentas de la empresa. Además, hay que hacer de forma trimestral la declaración del IVA y añadir el gasto adicional que supone estar dado de alta en el RETA como autónomos si somos nosotros mismos los administradores del negocio.
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¿Qué ocurre si no cumplo con las obligaciones fiscales?
Al tener una sociedad inactiva, es habitual que puedan darse olvidos al cumplir con las obligaciones fiscales. En caso de incumplir las obligaciones fiscales, Hacienda puede sancionar al empresario aunque el resultado de la liquidación del Impuesto de Sociedades sea cero.
Al no cumplir con las obligaciones fiscales se van acumulando deudas. De esta forma, llegará el momento en que haya que saldarlas todas.
¿Por qué se deja una sociedad inactiva en lugar de disolverla?
Actualmente hay un amplio número de entidades que se han declarado sociedad inactiva sin disolución. Uno de los motivos por los que se deja una sociedad sin actividad en lugar de disolverla es por el número de deudas contraídas. Si la sociedad está endeudada, no puede disolverse.
La disolución de una entidad puede ser provocada si se reduce el capital social por debajo del mínimo social; aunque en la mayoría de las ocasiones, será requerida una declaración de disolución por parte de los socios. El administrador (o administradores) debe convocar a la Junta General de la entidad en los dos meses posteriores al acuerdo de disolución a fin de emitir una declaración formal de disolución. El incumplimiento de esta reunión determinaría la responsabilidad solidaria por todas las deudas sociales por parte del administrador.
Una vez llegados al acuerdo de liquidación de la sociedad inactiva; se saldarían las deudas con los acreedores y se distribuiría el patrimonio social entre los socios. La sociedad pasaría de estar inactiva a en liquidación.
¿Qué ocurre con el patrimonio de una sociedad inactiva?
El patrimonio de una sociedad inactiva no recibe habitualmente el tratamiento adecuado en lo referente a impuestos. En el momento en que una entidad se da de baja, los socios deben señalar qué hacer con los bienes. En las sociedades que están demasiado tiempo de baja se suele dar un uso incorrecto.
Entre esos usos incorrectos se da la utilización de los saldos en cuentas a nombre de la empresa destinados a gastos particulares; o el traspaso al patrimonio personal de bienes informáticos o mobiliario.
En las empresas de pequeño tamaño, estos traspasos en el momento en que una sociedad inactiva no se encuentra disuelta suele darse por desconocimiento. En Asesoría Hipólito recomendamos acudir a su asesoría de confianza en caso de tener que disolver la entidad; a fin de evitar fraudes y comportamientos incorrectos.
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